viernes, 7 de agosto de 2009

Si el AGUILA Hablara


MEXICANO:
Hoy quiero decirte que estoy hasta la madre de tus estupidas quejas y lloriqueos milenarios. Que estoy hasta la madre de tus inútiles manifestaciones donde no logras nada y solo chingas a los demás.

Que estoy harto de que siempre quieres ser un parasito y vivir del Gobierno quieres que el gobierno te mantenga, te baje precios, te de luz, Agua y tierra, todo lo quieres en la boca.
Maldito Huevon!!!!!!!!
Estoy hasta la madre de tu pendeja frasecita “la tierra es de quien la trabaja” ¿Para que cabron? De todas formas acabas largándote al otro lado donde la tierra no es de quien la trabaja. Allá la tierra le pertenece a quien tiene el capital para trabajarla, pero eso es algo que tu, en tu maldita ignorancia nunca vas a entender.

Estoy harto de que te sientas orgulloso de tu estupido PEMEX creyendo que el petróleo es tuyo ¿Y para que cabron? si la gasolina la traes del extranjero. Estoy realmente cansado de ver como te haces la victima para todo y entre mas jodido estés, en vez de pelear para salir del hoyo mas te haces la victima y el ofendido.

Estoy harto de ver como te haces el ignorante y el ingenuo para tener hijos como un maldito animal sin lograr mantenerlos dignamente. Otra cosita cabron, ¿En serio crees que la situación y futuro del país esta en manos de quien lo gobierne? me lleva la chingada, por eso no avanzamos MEXICO ERES TU, no el gobierno.

Ni los pendejos incompetentes del PAN, ni los mentirosos arrastramasas del PRD y mucho menos los rateros y metirosos del PRI, harán que tu vida sea mejor, ninguno de estos políticos será un buen gobierno para nuestro país, quienes mejor pueden sacarlo adelante son ustedes raza, ciudadanos normales pero con los pantalones suficientes para pelear por los sueños del pueblo mexicano.

Me da lastima verte como dices que la riqueza en México no se Distribuye bien, !!La riqueza no se distribuye cabron!!, se gana con trabajo e inteligencia ¿o que, no puedes?
Piénsalo pero no dos veces, que no es tan difícil, gente chingona hace gobiernos chingones, no al revés.

Atentamente,

El Águila de tu Bandera

domingo, 2 de agosto de 2009

Protegidos Por Murallas




Cuenta la leyenda que una ciudad llamada Campeche fue amurallada por hombres muy sabios para evitar que los malvados extranjeros los invadieran y robaran sus riquezas, o, en el peor de los casos, se establecieran allí hasta conquistarlos.






Durantes muchos siglos las murallas con su aura mágica activada cada sexenio por sus gobernantes lograron repeler a los malhechores extranjeros, impidiendo que les robaran su identidad, sus mujeres y sus negocios. Sobre todo sus negocios, que era lo que más felices los hacía (a los gobernantes, al menos).Sin embargo, el mundo, en un autentico arrebato de locura, decidió romper sus fronteras utilizando una magia muy oscura llamada “Globalización”.






Esta magia oscura invadió hasta el último rincón del planeta, y finalmente llegó a la pacífica y serena ciudad de Campeche.



Lo antes nunca visto empezó a verse en la ciudad; por ejemplo, este personaje tan repugnante:










Él y otros bichos raros empezaron a establecer sus negocios en la ciudad, para tristeza de muchos habitantes de la ciudad amurallada.



Sin embargo, la magia de las murallas es tan poderosa que de vez en cuando suelta sus polvos cósmicos para hacerles la vida difícil a los malvados fenicios que vienen a conquistar sus tierras.






Un ejemplo de ello es la cadena de minisupermecados Oxxo, que brotaron por arte de magia en algunos puntos de la ciudad, pero las murallas nos defendieron como antaño.









Nada más efectivo que clausurarlos mediante un poderosísimo embrujo: un letrero de cartón que le prohíbe el paso a los consumidores.


Otro ejemplo fue el de un terreno que durante mucho tiempo se dijo en él se construiría un fraccionamiento, pero apenas se reveló que en realidad lo que se montaría allí sería un Wal-Mart, las murallas atacaron de nuevo para evitar su construcción.


La resistencia aún sigue en pie, y las murallas siguen defendiendo a los nobles habitantes de la invasión extranjera, aunque siempre hay excepciones, como la cadena de cafeterías The Italian Coffee, que ha montado en cada esquina de la ciudad una sucursal. Al parecer su propietario descubrió cómo romper el embrujo de las murallas.





La formula más eficaz para anular el embrujo lo encontrarás en la última repisa de cada estante de los Italian Coffee. Si no puedes con el enemigo, únetele, o véndele tus franquicias.



sábado, 1 de agosto de 2009

Campeche: un lugar con fricción




















¿Cuándo sucedió esto? ¿Cuándo Campeche se llenó de gente? La respuesta que mi santo padre dio a los negros en E.U. se hace presente en los campechanos: son unos cogelones.






¿Por qué está tan lleno Campeche ? Antes recuerdo que era más apacible. Las 12 del día era un pulular de poca gente. Recuerdo que los camiones manejaban con más cautela y que no había tanto ruido en el centro, Pero hoy se ha vuelto un enjambre de gente, de indios apestosos, sudorosos insoportables. Y más con el pinche calor que se manda.

















El calor, otra cosa. Antes no había tanto calor. Un maitro medio chumín (véase borracho; Véase; briago) medio otra teoría. Me prestó un poco de esa sabiduría empírica que carece de todo rigor científico, pero que se lleva la gloria en cuanto a la observación abierta y meditada. El señor, escurriéndose el sudor de su frente con el dedo pulgar, “uña abajo” me dijo:
—Qué pinche calor.
—Sí—le contesté cortante.
—¿Sabes por qué está este bochorno insoportable, compa?
—Sí, por el calentamiento global—le contesté con seguridad.
—Calentamiento global ¡Mis guevos qué! La verdad es por la gente. Ya somos un chingo ¿no ves? Antes toda esta madre—señalándome del ADO antigüo—era selva. No había luz. Y estaba fresco. Pero ahora con las pinches carreteras y las calles se convierte en un horno. Yo te voy a decir una cosa—y me lanzó una mirada perdida, de borracho serio— todo el pedo de que haya bochorno es por la fricción. ¡Esa madre es lo que nos está dando en la madre! ¡Ve!—se escurrió el sudor de nueva cuenta con su dedo y me mostró el resultado—Me estoy deshaciendo. Más gente, más carros y el pinche hule hace fricción con la carretera— destapó su pachita y le dio un sorbo—¡Ah, cabrón!Chíngale un poco.
—No gracias, no tomo.
—¡Mmmta ma! Pues sí cabrón, te digo, la fricción ¿qué pasa cuando hay muchos carros pasando por la calle? Pues se calienta la calle y eso ocasiona bochorno que entra a las casas…



—¿Está mamado, maitro?—lo interrumpí.



—Medio cimbrado, no mamado. Todavía es temprano—eran las 13 horas—


… entonces se crea bochorno, pero no hay vapor de agua. Por eso no llueve, hijo. Es pura fricción, hazme caso.
Mamado y todo, don Carmen tiene razón. Somos muchos. Antes Campeche era apacible, éramos pocos. Pero ahora nos hemos llenado de hijos y de Yucas indeseables que aborrecen Campeche, excepto dos que aman más este estado que el suyo. Pero la verdad es que aún se puede caminar con cierta calma por algunos lugares a ciertas horas de la noche. Porque el malecón, siempre está lleno de gente que quiere urbanizar a Campeche. Señores, el encanto de Campeche es que sigue siendo un pueblo, déjenlo así como estaba antes, y si no,dejémoslo como lo tenemos ahora.







el árbol de la inmortalidad

Cuenta el famoso poeta persa Rumi que cierto día, en una aldea del norte del actual Irán, apareció un hombre contando historias maravillosas sobre un árbol cuyos frutos daban la inmortalidad a quien los comiese. La noticia llegó a los oídos del rey, pero antes de que él pudiera pedir la localización exacta de tal prodigio de la naturaleza, el viajero ya había partido. Sin embargo, el rey estaba decidido a convertirse en inmortal, pues quería tener el tiempo suficiente para transformar su reino en un ejemplo para todos los pueblos del mundo. Cuando aún era joven había soñado en hacer desaparecer la pobreza, enseñar la justicia, alimentar a cada uno de sus súbditos, pero pronto se dio cuenta de que este trabajo requería más de una generación. No obstante la vida le había ofrecido una oportunidad, y no pensaba dejar que se le escapara. Llamó al hombre más valiente de su corte y le encargó que encontrara el árbol. El hombre partió al día siguiente, provisto del dinero suficiente para conseguir informaciones, comida y todo lo necesario para alcanzar su meta. Recorrió ciudades, llanuras y montañas, preguntando y ofreciendo recompensas. Las personas honestas le decían que tal árbol no existía; los cínicos demostraban un respeto irónico y algunos sinvergüenzas terminaban enviándolo a lugares remotos, con el único objetivo de conseguir unas monedas a cambio. Así, después de muchas decepciones, el hombre decidió renunciar a su busqueda. Aun cuando sintiese una inmensa admiración por su soberano, regresaría con las manos vacías. Sabía que esto le deshonraba, pero estaba cansado y convencido de que el tal árbol no existía. En el camino de regreso, al subir una pequeña colina, recordó que allí vivía un sabio y pensó: "ya que he perdido la esperanza de encontrar lo que quería, por lo menos puedo pedir su bendición e implorarle que rece por mi destino". Al encontrarse en presencia del sabio ya no pudo aguantarse más y estalló en sollozos.
-¿Por qué estás tan desesperado, hijo mío?- preguntó el hombre santo.
El rey me encargó encontrar un árbol que es único en el mundo, ya que su fruto nos hace vivir eternamente. Siempre cumplí mis tareas con lealtad y coraje, pero esta vez volveré a casa con las manos vacías. El sabio se puso a reir: - Esto que estás buscando existe, y está hecho con el agua de la Vida que proviene del infinito océano de Dios. Tu error fue intentar buscar una forma con un nombre. Esto a veces se llama "árbol", otras veces "sol", otras veces "nube", y lo podemos llamar como cualquier cosa que exista sobre la faz de la tierra. Sin embargo, para conseguir encontrar este fruto, es preciso renunciar a la forma y buscar el contenido. Cualquier cosa en la que esté la presencia de la Creación es eterna en sí misma, nada puede ser destruido. Cuando nuestro corazón cesa de latir, aun así nuestra esencia se transforma en la naturaleza que nos rodea. Podemos transformarnos en árboles, gotas de lluvia, plantas o hasta incluso en otro ser humano. ¿Siendo así, por qué detenerse en la palabra "árbol" y olvidar que somos inmortales? Renacemos siempre en nuestros hijos, en el amor que manifestamos hacia el mundo, en cada uno de los gestos de generosidad y caridad que practicamos. Vuelve y di al rey que él no necesita preocuparse por encontrar el fruto de un árbol mágico. Cada actitud y decisión que tome ahora perdurará durante muchas generaciones.
Pídele, por consiguiente, que sea justo con sus súbditos, y si él hace su trabajo con dedicación nadie lo olvidará. Su ejemplo influirá en la historia de su pueblo, estimulando a sus hijos y nietos a actuar siempre de la mejor manera posible. Y añádele además lo siguiente: "todo aquel que busca apenas un nombre, siempre permanecerá unido a la apariencia, sin jamás descubrir el misterio oculto de las cosas y el milagro de la vida. Todas las luchas que enfrentamos son por causa de nombres: propiedad, celos, riqueza, inmortalidad. Sin embargo, cuando nos olvidemos del nombre y busquemos la realidad que se esconde detrás de las palabras, tendremos todo lo que deseamos, y además de eso, tendremos paz de espíritu."